INFERTILIDAD
La infertilidad es la dificultad para lograr o mantener un embarazo. Los problemas de fertilidad pueden ocurrirle a las personas de todos los géneros y pueden tener muchas causas.
LA INFERTILIDAD ES COMUN
Usualmente te diagnostican con infertilidad cuando no logras quedar en embarazo después de 1 año o más de intentarlo, o si has tenido varios abortos espontáneos (pérdidas).
Cuando una pareja no logra quedar en embarazo, las dos personas tienen los mismos chances de ser la causa. Por eso, cuando una pareja tiene problemas para quedar en embarazo, usualmente se les hacen pruebas de infertilidad a ambos.
¿TIENES PROBLEMAS PARA EMBARAZARTE?
CONSISTE EN:
- Conoce la salud de tu pareja y tus días fértiles
- Conoce el mejor momento para embarazarte
- Asesoría por parte de nuestra doctora
Incluye:
- Ultrasonido de útero y ovarios
- Estudio de espermatobioscopia
- Consulta de interpretación gratis.
CAUSAS
Causas de la infertilidad en mujeres:
- clamidia o gonorrea no tratadas
- no hay ovulación (los ovarios no liberan óvulos)
- tus trompas de Falopio están bloqueadas por lo que el esperma no puede llegar al óvulo
- tener óvulos de mala calidad
- la forma de tu útero hace que el óvulo fertilizado no se implante fácilmente
- endometriosis
- fibromas uterinos
Causas de la infertilidad en hombres:
- clamidia o gonorrea no tratadas
- bajo conteo de espermatozoides (no tener suficientes espermatozoides en el semen).
- baja movilidad de los espermatozoides (cuando no nadan bien y no pueden llegar al óvulo)
- espermatozoides que no están bien formados
- semen tan espeso que los espermatozoides no pueden moverse fácilmente en él
- no hay espermatozoides en tu semen
AUMENTO EL RIESGO DE INFERTILIDAD
Hay ciertos factores de salud y estilo de vida que pueden aumentar tus chances de tener problemas de fertilidad. Por ejemplo:
- Ser mayor de 35 años (en el caso de las personas con vagina).
- Tener mucho sobrepeso o muy poco peso.
- Quimioterapia o radioterapia.
- Mucha exposición a toxinas ambientales, como plomo o pesticidas.
- Consumo excesivo de alcohol o drogas.
- Fumar tabaco.
- No hacerse los exámenes recomendados para la clamidia y la gonorrea.
- Haber tenido enfermedad pélvica inflamatoria (EPI).
- Lesiones en el escroto y los testículos.
- Haber recibido mucho calor en los testículos (por usar ropa muy ajustada o por nadar o bañarse en agua caliente con frecuencia y recientemente.
- Tener un testículo no descendido.
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